lunes, 15 de agosto de 2016



Jiddu Krishnamurti




Jiddu Krishnamurti, fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.

Krishnamurti nació en la ciudad de Madanapalle, Andhra Pradesh, en la India colonial, y fue descubierto en 1909, cuando aún era un adolescente, por Charles Webster Leadbeater en las playas privadas del centro de la Sociedad Teosófica de Adyar en Madrás, India. Posteriormente fue adoptado y criado bajo la tutela de Annie Besant y C.W. Leadbeater dentro de la Sociedad Teosófica, quienes vieron en él a un posible Líder Espiritual. Sin embargo, rehusó ser el mesías de un nuevo credo, hasta que en 1929 disolvió la orden creada para ese fin.1 Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. Pasó el resto de su vida como conferenciante y profesor viajando por el mundo y enseñando sobre la mente humana, tanto a grandes como a pequeños grupos. Fue autor de varios libros, entre ellos La libertad primera y última libertad, La única revolución y Las notas de Krishnamurti. A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su última conferencia fue dada un mes antes de su muerte en 1986.


Paradójicamente, sus continuadores fundaron varias escuelas, en la India, Inglaterra y Estados Unidos; y tradujeron a varios idiomas muchos de sus discursos, publicándolos como libros filosóficos.

La biógrafa Mary Lutyens escribió un libro acerca de la juventud de Krishnamurti cuando vivía en la India, Inglaterra, y finalmente en Ojai, California titulada Krishnamurti: The Years of Awakening. Ella formaba parte de la Orden de la estrella, organización fundada para Krishnamurti cuando este aún era muy joven. Por ello, lo conoció desde su adolescencia hasta su muerte. Este libro posee muchos detalles acerca de su vida durante ese periodo, algunos de ellos rara vez fueron tratados por él. Lutyens escribió tres volúmenes adicionales de la biografía: The Years of Fulfillment (1983), The Open Door (1988), y Krishnamurti and the Rajagopals (1996). Adicionalmente, publica y abrevia los tres primeros volúmenes en el libro The Life and Death of Krishnamurti (1991). Otras biografías de Krishnamurti son: Krishnamurti, A Biography (1986), por Pupul Jayakar y Star In the East: Krishnamurti, The Invention of a Messiah (2002), por Roland Vernon.

Una de las cartas de Jiddu:

Primero de diciembre de 1978

En esta carta Jiddu no plantea que todo el movimiento de la vida es un aprender, siempre se está aprendiendo. Toda la acción es un movimiento del aprender, en el conocimiento no hay medida.

Para observar el movimiento de algo y aprender de ello tiene que interesarnos porque requiere de mucha atención. Al igual que es responsabilidad del educador o maestro comprender toda la naturaleza y estructura de la memoria.

El acto de aprender es el acto de la observación pura, nosotros aprendemos a ganarnos la vida pero no a vivirla.

Para aprender a vivir se necesita tener “Ocio”, que consiste en tomar un respiro de las presiones que origina la lucha por la subsistencia. Sin Ocio no podemos aprender cómo se debe, porque para cada cosa es necesario tener Ocio ya que sin él no es posible lograr las cosas con excelencia.

El maestro tiene la responsabilidad de crear una nueva generación, a fin de cambiar la estructura social en cuanto a su total preocupación por los medios de subsistencia. Entonces el enseñar se vuelve un acto sagrado.

Relacionada con una situación:

Lo que nos enseña esta carta de Jiddu puedo relacionarlo con lo que es el diario vivir como persona, ya que cada día con cada cosa que hacemos aprendemos de ellas, y pues aplicamos bien o mal el ocio.

Lo más importante es saber aplicarlo como maestros en la escuela o centro de educación, ya que sin este no es posible el buen desempeño.







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